Ya disponible la entrevista a Francesca Garrigues Aldrich, cofundadora de La Farm, soñadora profesional y hacedora de realidades

Desde FIFTIERS, el ecosistema dedicado a celebrar la vida a partir de los 50, os facilitamos la entrevista exclusiva con Francesca Garrigues Aldrich, cofundadora del proyecto de hospitalidad consciente La Farm. En una conversación cercana e inspiradora, Francesca – emprendedora finalista de los premios +50 Emprende– comparte su visión de la vida desde la experiencia de una fiftiers, relatando cómo esta etapa se ha convertido en un momento de reinvención, propósito y realización personal. La entrevista, ya disponible desde aquí, está llena de reflexiones valiosas sobre cómo reenfocar la vida en la madurez, aprovechando la experiencia acumulada y las nuevas oportunidades que surgen en la “generación fiftiers”. A continuación, destacamos los temas más reveladores de la conversación, que resultarán especialmente inspiradores para quienes buscamos motivación para nuestros propios proyectos de vida.

Una invitación a la reinvención: no te pierdas la entrevista en FIFTIERS

La entrevista completa a Francesca Garrigues Aldrich ya se encuentra disponible y es, sin duda, un contenido de alto valor para toda la comunidad FIFTIERS que busca inspiración para sus propias reinvenciones. A lo largo de esta conversación sincera, Francesca –quien se define a sí misma como “soñadora profesional y hacedora de realidades”– demuestra con su ejemplo que la edad solo es un número cuando sobran la pasión, la creatividad y las ganas de aportar. Su historia con La Farm, combinando emprendimiento, bienestar, comunidad y propósito, encaja profundamente con los valores de FIFTIERS. Cada anécdota y reflexión que comparte es un recordatorio de que nunca es tarde para cumplir sueños, cuidar de uno mismo y dejar una huella positiva en el entorno.

Desde FIFTIERS, animamos a todos nuestros lectores a disfrutar de esta entrevista inspiradora. Ya seas un emprendedor en potencia, alguien replanteándose su rumbo profesional, o simplemente una persona en busca de nuevas motivaciones tras los 50, las palabras de Francesca Garrigues Aldrich te harán reflexionar y, sobre todo, te llenarán de energía y optimismo. No te la pierdas: su visión fresca de la vida, su calidez humana y su mensaje de reinvención con corazón son el impulso que muchos estaban esperando. Como bien dice Francesca, “los 50 son solo el principio”, y contenidos como este, exclusivos de FIFTIERS, están aquí para acompañarte en el camino. ¡Dale al play de la entrevista y déjate inspirar por esta fiftier extraordinaria!

Mirada bicultural e internacional: un puente entre España y EE. UU.

Francesca Garrigues Aldrich aporta a la conversación una perspectiva bicultural única, fruto de sus raíces y vivencias a ambos lados del Atlántico. Hija de padre español y madre estadounidense, Francesca se crio entre España y Estados Unidos, y esa mezcla cultural ha influido profundamente en su forma de ver el mundo – y de gestionar La Farm. En la entrevista, cuenta una anécdota entrañable de su niñez en EE. UU.: a los 8 años montó un pequeño puesto de limonada en la comunidad de Nonquitt (Nueva Inglaterra), “vendiendo limonada” como su primera incursión emprendedora. “Empecé de niña como ‘emprendedora de limonadas’ en verano”, menciona riendo, “y supongo que ese espíritu nunca se fue”. Hoy, décadas después, lidera un proyecto innovador en su Segovia natal, pero sin perder esa visión global aprendida en América. Esta mirada bicultural la ha llevado a soñar en grande con La Farm: “Nos encantaría atraer a un público internacional”, afirma Francesca. De hecho, parte de la motivación para crear experiencias en La Granja vino de darse cuenta de que muchos de sus amigos extranjeros apenas conocían ese rincón de España: “Por mi cultura internacional me encontré con la sorpresa de que muchos amigos extranjeros, cuando visitan España, van a Barcelona, Madrid, Sevilla, Toledo… La Granja no estaba en su circuito natural”, explica. Así surgió la idea de internacionalizar el proyecto, ideando actividades atractivas que pusieran al Real Sitio de San Ildefonso en el mapa de los viajeros foráneos.

Francesca comparte en la entrevista su deseo de que La Farm sea un punto de encuentro multicultural. Por un lado, quiere que más visitantes internacionales descubran la belleza de La Granja de San Ildefonso (“este lugar tiene un encanto que el mundo debería conocer”, asegura). Y por otro, sueña con replicar elementos del proyecto en otros países: “¿Por qué no una Farm en Estados Unidos algún día?”, lanza como idea, apuntando a su ilusión de tender puentes entre las comunidades rurales de España y los amantes de la naturaleza de todo el mundo. Su faceta cosmopolita también se nota en pequeños detalles: La Farm recibe voluntarios y staff extranjeros a través de programas de intercambio, y ha tejido alianzas con organizaciones internacionales de turismo sostenible. “Criada entre dos culturas, siempre he sido una conectora”, dice Francesca, y La Farm es en cierto modo la culminación de esa vocación de conectar mundos distintos para lograr algo hermoso. Su leitmotiv – “lujo emocional” en contacto con la naturaleza – resuena tanto en segovianos como en visitantes de cualquier nacionalidad. En definitiva, Francesca demuestra que la reinvención a los 50 no tiene fronteras: con creatividad y propósito se puede impactar localmente y a la vez pensar en global.

Anécdotas de una fiftier inspiradora: del nombre de La Farm a hábitos cotidianos

La entrevista está salpicada de anécdotas personales que revelan la faceta más humana y alegre de Francesca Garrigues Aldrich. Una de las preguntas inevitables fue sobre el peculiar nombre “La Farm”. Francesca ríe al recordar su origen: “Hablando con amigos sobre la apertura [del centro de bienestar] salió entre bromas el nombre de La Farm”, cuenta. En aquel entonces, el proyecto aún no tenía un nombre definido, y jugando con la idea de una granja de bienestar (en alusión a “La Granja” de San Ildefonso, pero mezclando español e inglés) surgió este híbrido curioso. “Me pareció que podía hacer gracia, me puse entonces a diseñar un logotipo y así empezó la andadura”, relata Francesca, evidenciando su espíritu creativo. De hecho, el nombre “La Farm” combina deliberadamente el artículo español “La” con la palabra inglesa “Farm” (granja), un guiño a la biculturalidad del proyecto y a la vez un juego de palabras con el propio lugar (La Granja). Lo que comenzó casi como una broma terminó dando identidad a todo un ecosistema 360º. “Ahora La Farm ya empieza a sonar familiar en San Ildefonso”, comenta orgullosa, “al principio a la gente le extrañaba, pero hoy nos reconocen por ese nombre”.

Francesca Garrigues Aldrich se muestra auténtica y cercana, compartiendo desde vivencias difíciles hasta detalles simpáticos de su día a día, todo con la intención de motivar a otros fiftiers a vivir con plenitud y propósito.