Este interrogante siempre ha suscitado mucha polémica, y a día de hoy se lo plantean muchas personas, algunas creen que la fruta tomada antes de las comidas no engorda, y otras personas piensan que si se toman después de comer, la fruta dificulta la digestión, pero nada en claro hay de todo esto.
Las calorías que aporta la fruta son idénticas si se ingiere antes o después de comer. Las frutas en general destacan por su elevado contenido en agua, y dentro de los nutrientes energéticos sobresalen los hidratos de carbono sobre el resto (proteínas y lípidos). La hora del día en que se tome este alimento no hace variar los nutrientes que contenga.
¿Por qué tomar la fruta antes de la comida?
Si se ingiere antes de una comida, la fruta produce saciedad debido a su alto contenido en fibra, lo que evita una ingesta excesiva posterior.
La fruta posee ciertas sustancias ácidas que estimulan las secreciones del estómago, lo que facilitaría la digestión.
¿Por qué tomarlas después de las comidas?
Comer la fruta como postre evita la ingestión de otro tipo de alimentos (dulces, chocolates…) que poseen mayor contenido en grasas y valor calórico. También es bueno como postre porque los ácidos que contienen ayudan a realizar una limpieza de la boca.
¿Por qué hacerlo entre comidas?
Al tomar la fruta de esta forma, el cuerpo asimila al máximo todas sus vitaminas.
Es fundamental realizar cinco comidas al día, por lo que comer fruta entre las principales comidas, hace que tu cuerpo esté ingiriendo nutrientes de una manera constante y de una forma muy saludable.
¿Cuál es tu reacción?
