La empresa británica Lunaz da una segunda vida a increíbles coches de lujo clásicos convirtiéndolos en modelos completamente eléctricos y con una renovada tecnología a bordo.
La transformación busca dar una segunda juventud a modelos con más de medio siglo a sus espaldas añadiendo un nuevo tren motriz completamente eléctrico, pero también nueva tecnología en ciertas funciones para hacerlos más funcionales hoy en día. Partiendo de una carrocería desnuda Lunaz se encarga de corregir cualquier imperfección haciendo uso de técnicas tradicionales mientras que se adapta para adoptar un nuevo tren motriz eléctrico, añadiendo también nuevos amortiguadores, un sistema de dirección de asistencia eléctrica y frenos mejorados.
En el exterior también hay cambios, añadiendo nueva tecnología LED a los faros, así como unos nuevos neumáticos radiales modernos que sustituyen a los originales. Por supuesto al abrir la tapa del depósito de combustible ya no hay una entrada a un depósito, sino una toma de carga AC de Tipo 2, a través de la cual se alimenta un tren motriz con motor eléctrico y batería de diseño y creación propia en la sede de la compañía en Silverstone.
Lujo del siglo XX, con conectividad de hoy
Pero donde también hay cambios en en su interior donde al lujo propio de estos coches se une equipamiento de última generación como un sistema de climatización moderno, sistema de infoentretenimiento y navegador GPS, un cuadro de mandos adaptado para indicar el nivel de carga de la batería, acelerador también adaptado a los tiempos modernos y electrónicos e incluso un punto de acceso WiFi.
Ambos vehículos se encuentran actualmente en su última etapa de desarrollo, aunque las reservas se abrirán a partir del próximo mes de noviembre. La conversión tendrá un precio de 350.000 libras, unos 399.627 euros al cambio que dejan claro que seguirán siendo coches al alcance de los bolsillos más acaudalados. Y esto solo será el principio porque a este ilustre duo se unirá pronto un Rolls-Royce Cloud de 1956, creado con un kit de conversión similar. Parece que después de todo son buenos tiempos para los clásicos.