La Toscana es un cofre de tesoros históricos únicos en el mundo: repleta de ciudades de arte y pequeños pueblos pintorescos con un patrimonio cultural inmenso, pero también es extraordinaria por sus paisajes arrebatadores de campos bucólicos y suaves colinas. A todo ello cabe añadir sus magníficas islas y espléndidas costas, sus parques protegidos, sin olvidar su cocina, sencilla y de sabores auténticos, y sus vinos, considerados entre los mejores del mundo: las razones para visitar la Toscana son realmente infinitas.
¿Qué no debe perderse en su viaje a la Toscana? Empecemos con estas 10 localidades:
1. Florencia: cuna del Renacimiento y de la lengua italiana, es un verdadero museo al aire libre que alberga obras de inestimable valor
2. Siena: una de las ciudades medievales más fascinantes de Italia, conocida en todo el mundo por su histórico Palio
3. Pisa: with its treasures of Romanesque and Gothic art, an unmissable stop-over for those who want to tour Tuscany’s art cities
4. San Gimignano: con sus torres altas y sus pintorescos callejones, es una pequeña joya que conserva intacta la atmósfera medieval
5. Val d’Orcia: extenso y caracterizado por sus prados sinuosos salpicados de cipreses y viñedos, es el lugar ideal para sumergirse en la belleza
6. Valle del Chianti: entre pequeños pueblos y abadías solitarias, las colinas del Chianti son una invitación al relax, a la buena mesa y al buen vino
7. Maremma: entre campos silvestres, termas, playas y vestigios etruscos, la Maremma ofrece destacados elementos interesantes
8. Garfagnana: en las inmediaciones de los Alpes Apuanos, entre fortalezas medievales y pueblos pintorescos, es la zona más verde y desconocida de la Toscana
9. Golfo de Baratti: en el tramo de costa entre Livorno y Grosetto, envuelto en un pinar de naturaleza virgen, custodia playas maravillosas
10. Isla de Elba: playas encantadoras y mar cristalino, junto a otras islas del Archipiélago Toscano es parada obligada para los amantes del mar
Un viaje a la Toscana permite tocar con las manos monumentos y lugares de inestimable valor, los lugares símbolo de Florencia – la Cúpula de Brunelleschi, el Campanario de Giotto, el Puente Vecchio, la Plaza de la Señoría y el Palazzo Vecchio -, la famosa Torre Inclinada, en la ciudad de Pisa, y la escenográfica Plaza del Campo, en el centro de Siena, donde cada año se celebra el famoso Palio de Siena, que atrae a turistas de todo el mundo. A poca distancia de Siena se encuentran algunos de los lugares más característicos de la región: el antiguo pueblo de Monteriggioni, en la cima de una colina, totalmente rodeado de murallas medievales y, en Chiusdino, la Abadía de San Galgano, un monasterio en ruinas que conserva una misteriosa espada en la roca.
Qué hacer
La Toscana ofrece infinitas posibilidades de entretenimiento para todos y satisface todos los deseos: contenta a quien desea unas vacaciones relajadas, pero también a quien quiere disfrutar del deporte, de las actividades al aire libre o a los entusiastas de la gastronomía.
Son muchas las actividades que pueden practicarse en plena naturaleza: desde los Alpes Apuanos al Parque de la Maremma, desde Garfagnana a Casentino, existe la posibilidad de dedicarse a la práctica del senderismo por senderos para expertos o para principiantes. A quienes les gusten las excursiones a pie, pueden recorrer el camino de peregrinaje a Roma por la Vía Francígena, entre monasterios, vistas panorámicas y pueblos pintorescos. Quien busca algo distinto puede perderse por las rutas geológicas del Parque Arqueológico Minero de San Silvestro, o seguir las huellas de los canteros a lo largo del Sendero del Mármol, en los Alpes Apuanos.
Si es un entusiasta de la bicicleta tendrá el inconveniente de tomar una decisión: son innumerables los itinerarios tanto para bicicleta de carrera como de montaña por carreteras poco transitadas que serpentean por paisajes espectaculares. Quien busca una experiencia fuera de lo habitual puede optar por un vuelo en globo sobre el Valle de Orcia, o descubrir la Toscana en modo slow, a bordo de antiguos trenes de vapor visitando Mugello, el Valle de Orcia y Garfagnana, o bien hacer una excursión en Vespa o conduciendo un exclusivo Ferrari.
El mar está lleno de posibilidades para la práctica de los deportes acuáticos: a lo largo de la costa toscana puede practicarse vela, hacer inmersiones o disfrutar del surf; también practicar rafting por el río Arno y por el Serchia, en la provincia de Lucca, mientras los más aventureros pueden lanzarse en emocionantes descensos de hidrospeed por el río Lima, en los Apeninos pistoiese y en Bagni di Lucca, en Garfagnana. La Toscana es una región muy apreciada también por los aficionados al golf: los apasionados del green encontrarán campos glamurosos en la campiña cercana a Florencia, Prato, Pisa y Montecatini, pero también en la costa, en Punta Ala, en la Maremma, en Argentario y en Versilia.
Quien, por el contrario, busca relax y bienestar puede elegir entre una de las innumerables localidades termales de la Toscana: como Saturnia, en la Maremma, donde se encuentra un famoso balneario termal y las Cascadas del Molino, aguas termales al aire libre de las que brotan naturalmente calientes en un entorno paisajístico maravilloso; Montecatini, histórica localidad de veraneo del turismo termal, pero también Rapolano, Sorano, Chianciano, San Casciano dei Bagni y las termas naturales de Bagni San Filippo.
La Toscana es el destino por excelencia para todos los amantes de la mesa y del buen vino: pueden seguirse las rutas enogastronómicas de las Carreteras del Vino, que serpentean en toda la región, desde las Colinas florentinas a Chianti, pasando por la Costa de los Etruscos. A lo largo del recorrido es obligatorio parar en bodegas y hoteles de agroturismo para catar y degustar los vinos de la región. También existe la posibilidad de descubrir la sabrosa cocina toscana y sus recetas tradicionales participando en cursos y cooking class.
¿Le gusta la vida nocturna? Puede elegir entre los famosos locales y discotecas de Versilia, desde Forte dei Marmi a Viareggio, pero también de lugares como Porto Ercole y Porto Santo Stefano, en Argentario. Parada ineludible para quien disfruta yendo de compras son las tiendas de Florencia y Siena, y los diversos outlet de moda y marcas de lujo de la Toscana – como The Mall Luxury Outlet, el Barberino Designer Outlet y el Valdichiana Outlet Village – así como los innumerables talleres artesanales de la región, donde se pueden comprar productos totalmente hechos a mano, como el cuero florentino, los objetos de alabastro de Volterra, la lana de Casentino, la cerámica de Montelupo Fiorentino y los objetos de vidrio de Colle Val d’Elsa.
En lo que respecta al calendario de eventos, las citas ineludibles a lo largo del año son las de la célebre conmemoración histórica del Palio de Siena (el 2 de julio y el 16 de agosto), el Carnaval de Viareggio con sus famosas carrozas alegóricas de cartón piedra, la Eroica, carrera cicloturística no competitiva con bicicletas de carrera de época que se celebra en Chianti el primer domingo de octubre, el Scoppio del Carro, una tradición popular que se celebra cada año el domingo de Pascua en Florencia. En Lucca, entre octubre y noviembre, tiene lugar Lucca Comics & Games, feria internacional dedicada a los cómics; en Arezzo, dos veces al año (en junio y en septiembre) se celebra la Giostra del Saracino, un torneo ecuestre de origen medieval, mientras que cada primer fin de semana del mes, la Piazza Grande y las calles del centro histórico albergan la Feria de Anticuarios de Arezzo, la más antigua y grande de Italia.
Qué probar
La Toscana posee una gran tradición culinaria hecha de recetas sencillas y sabores auténticos con muchas especialidades distintas según la zona: ¡cada rincón de la Toscana es una sorpresa gastronómica!
Una tradicional comida típica toscana empieza con un entrante de crostini neri, o pan «bobo» toscano, sin sal, untado con un paté a base de higaditos de pollo, anchoas y alcaparras, o bien con una tabla de fiambres locales, como la finocchiona, típico embutido de Siena especiado con hinojo silvestre, el lardo di colonnata, panceta de cerdo especialidad de los Alpes Apuanos, salami y jamón toscano, o incluso con el queso Pecorino di Pienza, acompañado de peras y nueces o de una mermelada de higos.
La oferta de primeros platos en la Toscana es realmente muy extensa: muy apreciados son los pici (gruesos espaguetis hechos a mano típicos del sur de la Toscana) para disfrutarlos con queso y pimienta o bien all’aglione, con ajo de la variedad Aglione del Valle de Chiana, así como las pappardelle con ragú de jabalí, un plato contundente y sabroso tradicional de la Maremma. Típicas de la zona de Florencia son, por el contrario, la ribollita, una sabrosa sopa a base de pan duro, verduras y legumbres, y la pappa al pomodoro, un plato sencillo preparado con pan duro toscano, tomate y hierbas aromáticas.
La elección de los segundos platos no es menos variada: el símbolo por excelencia de la cocina toscana es el bistec a la florentina, riquísima carne de ternera o de buey, posiblemente de carne Chianina, una raza bovina típica del Valle de Chiana, que se hace a la brasa o a la parrilla. Un plato histórico toscano es el peposo dell’Impruneta, un estofado de carne de res cocinado lentamente con vino Chianti y aderezado con pimienta, característico de la zona de Florencia. Quien, por el contrario, prefiere el pescado, seguramente apreciará el cacciucco, plato local de la costa situada entre Livorno y Viareggio: es una sopa preparada con diversos tipos de pescado, crustáceos, moluscos y salsa de tomate, presentada sobre rebanadas de pan tostado. No se dejen engañar por el atún de Chianti: a pesar de su nombre se trata de una antigua receta toscana a base de carne de cerdo, hierbas y aceite de oliva (no es pescado, pero sí un plato exquisito).
Una comida típicamente toscana concluye magníficamente con uno de los muchos postres de la región: por ejemplo con los clásicos cantucci, galletas de almendras que se mojan en el Vin Santo, un vino licoroso local, o bien con el castagnaccio, una tarta de harina de castañas enriquecida con nueces, piñones, pasas y romero; o incluso con el panforte, originario de Siena, a base de almendras y fruta confitada, o su variante especiada, enriquecida con cacao en polvo, melón confitado y pimienta: el pan pepato.
Para una comida rápida o para un tentempié, en la Toscana no faltan especialidades que pueden saborearse en la calle: el street food toscano más famoso es el lampredotto, entrañas de vacuno, ingrediente principal del bocadillo tradicional florentino. Muy apreciado es también el panino con la porchetta, para degustar con pan, o bien focaccia o schiacciata; por casi toda la Toscana se encuentran también los scagliozzi, trocitos de polenta frita, la torta di ceci, que tiene diversos nombres según la zona (se llama “cecina” en Pisa y simplemente “torta” en Livorno) y los brigidini, hojaldres de anís originarios de Pistoia pero extendidos por toda la región.
Información útil
AVIÓN
Puede llegarse a la Toscana en avión a través de los aeropuertos de Florencia y de Pisa.
El principal aeropuerto de la región es el Aeropuerto internacional de Pisa-San Giusto, que tiene conexiones con las principales ciudades europeas. El aeropuerto se encuentra a pocos kilómetros del centro de la ciudad, pudiendo llegar a él cómodamente con Pisa Mover, la lanzadera que conecta el aeropuerto con la estación ferroviaria de Pisa Centrale. Desde el aeropuerto de Pisa hay conexiones en autocar con Florencia (a través de Montecatini – Pistoia – Prato), y con Lucca y Viareggio/Pietrasanta con el servicio Vaibus.
También el Aeropuerto internacional de Florencia-Peretola tiene conexiones con las principales ciudades europeas. Se llega al centro de Florencia en pocos minutos con la línea T2 de la red tranviaria de Florencia y con los autobuses del servicio Vola in Bus. El servicio FlyBus conecta el aeropuerto con Prato, Montecatini Terme, y con el Aeropuerto de Pisa (a través de Prato-Pistoia-Montecatini).
TREN
Los trenes de alta velocidad de Trenitalia y Italo Treno conectan la estación ferroviaria de Florencia-Santa Maria Novella (la estación principal de Florencia) con Milán, Turín, Roma, Verona, Bolonia, Nápoles, Venecia, Salerno. Desde Florencia, con los trenes regionales directos de Trenitalia, existe la posibilidad de llegar a Pisa, Siena, Lucca, Arezzo, Livorno, Viareggio y Montecatini Terme. La empresa Trasporto Ferroviario Toscano gestiona las conexiones en tren con el interior de la provincia de Arezzo.