El anuncio de Pfizer este lunes 9 de noviembre de que su vacuna COVID-19 parece evitar que nueve de cada 10 personas contraigan la enfermedad ha hecho que el precio de sus acciones se disparen. Muchos informes describen la vacuna como si fuera nuestra liberación de la pandemia, aunque se han dado a conocer pocos detalles. En este artículo respondemos a las dudas más importantes que puedes plantearte si eres un/a fiftier con ansias de salir de una vez de este letargo.
¿Cuánto tiempo protegerá la vacuna a los pacientes?
Pfizer dice que, hasta la semana pasada, solo 94 personas de alrededor de 40.000 en el ensayo se habían enfermado con COVID-19. Si bien no dijo exactamente cuántos de los enfermos se habían vacunado, la cifra de eficacia del 90% sugiere que fue un número muy pequeño.
El anuncio de Pfizer cubre a las personas que recibieron dos vacunas entre julio y octubre. Pero no indica cuánto durará la protección o con qué frecuencia las personas pueden necesitar refuerzos.
La respuesta. Normalmente, las vacunas no tienen licencia hasta que demuestran que pueden proteger durante uno o dos años.
¿Protegerá a los más vulnerables?
Pfizer no ha revelado qué porcentaje de los voluntarios del ensayo se encuentran en los grupos con más probabilidades de ser hospitalizados o de morir de COVID-19, incluidas las personas de 65 años o más y las que padecen diabetes u obesidad. Este es un punto clave porque muchas vacunas, pueden no proteger a los adultos mayores, aunque protegen a los más jóvenes
¿Cómo de representativas son esas noventa y cuatro personas de la población en general, especialmente las que están en mayor riesgo?
Tanto la Academia Nacional de Medicina como los CDC han instado a que las personas mayores estén entre los primeros grupos en recibir vacunas. Es posible que las vacunas en desarrollo por Novavax y Sanofi, que probablemente comiencen los ensayos clínicos de fase tardía a finales de este año, sean mejores para ellos, anotó la Academia. Esas vacunas contienen partículas inmunoestimulantes como las que contiene la vacuna Shingrix, que es muy eficaz para proteger a las personas mayores contra la enfermedad del herpes zóster.
¿Se puede implementar con eficacia?
La vacuna Pfizer, a diferencia de otras en las pruebas de etapa tardía, debe mantenerse super-enfriada, a unos 100 grados bajo cero, desde el momento en que se produce hasta unos días antes de su inyección. El ARNm se autodestruye rápidamente a temperaturas más altas. Pfizer ha diseñado un elaborado sistema para transportar la vacuna en camión y cajas especialmente diseñadas a los sitios de vacunación.
Se está preparando a los trabajadores de salud pública para manejar la vacuna, pero no sabemos con certeza cómo funcionará si los envases se dejan al sol de Andalucía por mucho tiempo. Un mal manejo de la vacuna en el camino desde la fábrica hasta el paciente la volvería ineficaz, por lo que las personas que la recibieron podrían pensar que están protegidas cuando no lo están.
¿Podría un anuncio prematuro perjudicar futuras vacunas?
Actualmente no hay forma de saber si la vacuna Pfizer será la mejor en general o para grupos de edad específicos. Si las personas saben que existe una vacuna eficaz, es posible que se nieguen a participar en ensayos clínicos, en parte por preocupación de que puedan recibir un placebo y permanecer desprotegidas. De hecho, puede resultar poco ético utilizar un placebo en tales ensayos. Se necesitarán muchas vacunas para satisfacer la demanda mundial de protección contra COVID-19, por lo que es crucial continuar con estudios adicionales.
¿Podría el estudio de Pfizer acelerar futuras vacunas?
Los científicos están sumamente interesados en saber si el pequeño número que recibió la vacuna real pero que aún así enfermó produjo niveles más bajos de anticuerpos que los individuos vacunados que se mantuvieron sanos. Los análisis de sangre de esas personas ayudarían a los científicos a saber si existe un “patrón de protección” para COVID-19, un nivel de anticuerpos que puede predecir si alguien está protegido de la enfermedad.
Si tuvieran ese conocimiento, los profesionales de la salud pública podrían determinar si otras vacunas en producción eran efectivas sin necesariamente tener que probarlas en decenas de miles de personas.
Aún así, esta es una buena noticia. Esperamos que esto haga que la gente se dé cuenta de que no estamos atrapados en esta situación para siempre. Hay esperanzas por fin.
