Se han cumplido 10 años desde que la historia de las dos ruedas (pero sobre todo BMW Motorrad) recuperase ese tesoro Art Decó que es la BMW R7. De ella se ha dicho literalmente que es “una de las motocicletas más importantes, innovadoras y visualmente sorprendentes que se han fabricado jamás”.
Tras 70 años perdida y machacada por el paso del tiempo, el prototipo se recuperó y la firma bávara decidió devolverle su gloria financiando un minucioso proyecto de restauración a cargo del purista de clásicas Hans Keckeisen y de Armin Frey, este último encargado de devolverle la vida a su corazón bóxer. Su historia y los detalles de su recuperación son más que interesantes, pues ante un proyecto así, “la originalidad no se limita a la apariencia”.
Esos modelos que recibieron los ecos del fabuloso diseño de la obra de arte de Böning fueron la también costosa BMW R17 de 1935, que bebe directamente de ella, y la más sencilla BMW R5 del 1936.
la BMW R17 de 1935 solo estuvo en fabricación durante dos años, hasta 1937.
Aunque esta sí que llegó a la serie, igualmente fue muy exclusiva y cara (la más cara de la época) y de ella solo se fabricaron 450 unidades. Estaba propulsada por un motor bóxer de 735 cc y 33 cv de potencia. Con tecnología similar, a la BMW R5 la movía otro motor de cilindros opuestos pero de 494 cc y 24 cv de potencia.
La obra maestra de dos ruedas del Art Decó
El diseño integrado de la R7 está claramente influenciado por el expresivo mundo del Art Decó, algo que se aprecia sobre todo en los elementos decorativos exteriores, extravagantemente decorados con las mismas líneas claras y fluidas que recorren toda la moto desde su parte frontal hasta la zaga, usadas incluso en los guardabarros y en la horquilla delantera telescópica, la primera vez que se usaba una solución técnica así en una motocicleta junto con un chasis de tipo puente de acero estampado.