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El valor de la edad en distintas culturas: ¿dónde ser mayor es un privilegio?

El valor de la edad en distintas culturas: ¿dónde ser mayor es un privilegio?

En muchas partes del mundo, cumplir años se percibe como una pérdida: de juventud, de atractivo, de oportunidades. Pero esta visión no es universal. Existen culturas —algunas antiguas, otras modernas— en las que la edad es sinónimo de estatus, sabiduría y respeto. ¿Dónde ser mayor no es una carga, sino un privilegio?

Hoy, en FIFTIERS, nos sumergimos en un fascinante viaje intercultural para explorar el valor simbólico y real de la edad. Porque hay lugares en el mundo donde llegar a los 50 no es el principio del fin, sino la consagración de una vida bien vivida.

1. Japón: la sabiduría como patrimonio nacional

En Japón, la vejez es motivo de admiración. Las personas mayores son vistas como sensei de la vida: guías sabios que han acumulado conocimiento y experiencia. No es casual que el país celebre cada septiembre el Keirō no Hi (Día del Respeto a los Mayores), una jornada nacional en la que las familias rinden homenaje a sus mayores con visitas, regalos y gratitud pública.

Además, en las empresas tradicionales, la edad va ligada al rango jerárquico. No se trata solo de lo que uno hace, sino de lo que ha vivido. La experiencia es autoridad.

2. India: los mayores como pilares espirituales

En la tradición hindú, la vida se divide en cuatro etapas o ashramas. La tercera, Vanaprastha, es la de la madurez: momento de sabiduría y desapego de lo material, donde los mayores se convierten en mentores espirituales de sus familias. El rol de los abuelos es central, tanto en la educación de los nietos como en la toma de decisiones importantes.

A los mayores no se les deja de lado: se les busca. Su opinión es faro. En muchas casas, aún hoy, el mayor no solo vive con la familia, sino que la lidera emocional y moralmente.

3. Corea del Sur: jerarquía por edad, respeto por principio

En la sociedad coreana, el respeto hacia los mayores está profundamente arraigado en el lenguaje y las normas sociales. Existen formas verbales específicas para dirigirse a personas mayores, y los gestos —como servir primero el té al mayor o esperar a que coman antes de empezar— son pequeñas reverencias diarias.

La edad no solo otorga respeto, sino también responsabilidad: los mayores son considerados custodios de la armonía familiar y colectiva.

4. África Subsahariana: los ancianos como consejo de sabios

En muchas comunidades africanas tradicionales, los ancianos son el alma de la tribu. Son narradores de la historia oral, jueces en disputas comunitarias y guardianes de los valores. En lugares como Ghana, Nigeria o Kenia, la figura del elder (anciano respetado) no tiene un rol simbólico: tiene poder real.

Las decisiones importantes rara vez se toman sin consultarlos. La edad equivale a memoria colectiva. Su voz no es una más, es la que más pesa.

5. Las culturas indígenas americanas: portadores del tiempo

Los pueblos originarios de América —como los quechuas, mapuches, navajos o hopis— ven en los ancianos a los guardianes del conocimiento ancestral. Son quienes recuerdan los ritos, las plantas curativas, las señales del cielo y la tierra.

La palabra del mayor no se discute: se honra. Se cree que con los años llega una conexión más profunda con lo invisible, lo sagrado, lo esencial.

¿Y en Occidente urbano? ¿Podemos recuperar el valor de la edad?

En las culturas occidentales más industrializadas, especialmente en grandes urbes, la juventud se ha convertido en un activo económico, social y simbólico. La vejez, por el contrario, se ha medicalizado, marginado o silenciado.

Pero eso está empezando a cambiar.

Con el auge del senior empowerment, el envejecimiento activo, la visibilización de referentes mayores en medios y redes sociales, y la irrupción de plataformas como FIFTIERS, ser mayor está dejando de ser un estigma.

Es tiempo de reconectar con lo que otras culturas nunca olvidaron: que cada arruga es un libro. Que la experiencia no se improvisa. Que llegar a cierta edad no es un problema: es un privilegio que merece celebrarse.

Culturas que iluminan el futuro

Mientras en algunos rincones del planeta se “retira” a los mayores, en otros se les pone en el centro. La diferencia está en los valores que elegimos cultivar como sociedad.

Desde FIFTIERS queremos recuperar ese espíritu: el de la admiración por quien ha vivido, aprendido, caído y vuelto a empezar. Porque, como decía un proverbio africano, cuando muere un anciano, es como si se incendiara una biblioteca.

Que esa biblioteca siga abierta. Y que cada página siga escribiéndose con orgullo.


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