Edadismo: La Epidemia Silenciosa

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En 1969, el gerontólogo Robert Butler acuñó el término “edadismo” (del inglés ageism) para describir los estereotipos negativos, prejuicios y discriminaciones por razón de edad. Investigaciones recientes confirman que esta forma de discriminación está mucho más extendida de lo que pensamos, llegando incluso a superar otros tipos de discriminación más reconocidos como el sexismo o el racismo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que a nivel global una de cada dos personas tiene prejuicios edadistas hacia las personas mayores, lo que evidencia la magnitud y la relevancia de este problema.
¿Qué es el Edadismo y cómo se manifiesta?
El edadismo implica prejuicios y conductas discriminatorias fundamentadas exclusivamente en la edad de una persona. Puede manifestarse en tres niveles principales:
- Edadismo institucional: Ocurre en leyes, políticas y prácticas institucionales que perjudican sistemáticamente a ciertos grupos de edad, como las jubilaciones forzosas.
- Edadismo interpersonal: Se refleja en interacciones cotidianas a través de bromas, comentarios despectivos o tratos condescendientes hacia individuos por su edad.
- Autoedadismo: Las personas internalizan los estereotipos negativos sobre su propia edad, afectando profundamente su autoestima y autopercepción.
Edadismo explícito vs. implícito
El edadismo puede manifestarse de manera explícita o implícita. El explícito implica acciones o expresiones abiertas y conscientes, como rechazar abiertamente contratar a personas mayores de 50 años. En contraste, el edadismo implícito ocurre de forma sutil e inconsciente, reflejado en actitudes cotidianas como hablar de forma infantil a una persona mayor o usar términos como “momento senil” para trivializar olvidos cotidianos.
Edadismo en el ámbito laboral
Una encuesta realizada en 2024 a casi 1.900 profesionales reveló cifras alarmantes sobre la discriminación por edad en el trabajo: el 82% afirmó haber percibido discriminación por edad, y un 59% señaló que los trabajadores mayores reciben menos oportunidades de desarrollo que sus colegas más jóvenes. Curiosamente, pese a esta realidad, el 93% considera que incluir la diversidad generacional es fundamental y beneficioso para las organizaciones. Esto resalta la contradicción existente entre lo que las empresas reconocen como ideal y lo que efectivamente implementan en sus prácticas.
Edadismo en contextos educativos
La discriminación por edad también se observa en ámbitos educativos. A menudo se excluye o subestima la capacidad de aprendizaje de personas mayores, negándoles acceso a cursos de actualización o formación continua. Asimismo, profesores jóvenes pueden ser desestimados por su juventud, mientras que los docentes mayores enfrentan la percepción errónea de obsolescencia académica.
Edadismo en los medios de comunicación
Los medios perpetúan muchas veces estereotipos generacionales. Personas mayores suelen aparecer en roles muy estereotipados (ancianos frágiles, abuelos entrañables), invisibilizando su diversidad y capacidades. Por otro lado, la juventud a menudo es representada con clichés de inmadurez o irresponsabilidad, perpetuando prejuicios que afectan su imagen pública y oportunidades laborales.
Consecuencias del Edadismo
Los impactos del edadismo son profundos tanto a nivel individual como social. Individualmente, conduce a pérdida de autoestima, depresión, aislamiento social y deterioro cognitivo acelerado. Estudios han mostrado que personas mayores con visiones negativas sobre el envejecimiento viven en promedio 7,5 años menos que quienes mantienen una actitud positiva hacia su propia edad. Socialmente, el edadismo conduce al desaprovechamiento de talento, aumento en los costos sociales y sanitarios, y la erosión de la solidaridad intergeneracional, generando sociedades fragmentadas.
Estrategias y soluciones contra el Edadismo
Combatir el edadismo requiere intervenciones integrales:
- Legislativas y políticas públicas: Fortalecer la prohibición explícita de la discriminación por edad y promover políticas activas para mantener a los mayores en el empleo y mejorar la empleabilidad juvenil.
- Educación y sensibilización: Impulsar campañas educativas que derriben estereotipos y promuevan percepciones positivas y realistas sobre todas las edades.
- Fomento del contacto intergeneracional: Promover programas de mentoría inversa y actividades que faciliten la interacción positiva entre jóvenes y mayores para generar respeto mutuo y romper prejuicios.
- Transformación organizacional: Las empresas deben implementar protocolos de gestión de edad, auditorías periódicas de discriminación y prácticas inclusivas que valoren a todas las generaciones por igual.
- Participación activa de personas mayores: Incluir a las personas mayores en la toma de decisiones y promover su empoderamiento para que se conviertan en modelos activos que desafían prejuicios.
El edadismo, aunque muchas veces invisible, constituye una barrera significativa en la construcción de sociedades inclusivas y equitativas. Reconocer su existencia y tomar medidas activas para contrarrestarlo es crucial para aprovechar plenamente el potencial que ofrecen todas las generaciones.
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