El poder económico de los mayores de 50 en la Economía Global

FIFTIERS | Life Begins at 50. La vida comienza a…
El mundo está cambiando y, con él, la estructura de nuestras economías. La baja natalidad y el aumento de la esperanza de vida están situando a los mayores de 50 años —los llamados fiftiers— en el centro del futuro económico y laboral.
Hoy, uno de cada cuatro habitantes del planeta tiene más de 50 años, y para 2050 será uno de cada tres. En términos absolutos, hablamos de 3.200 millones de personas, un grupo que no solo crece en número, sino en influencia. De hecho, los fiftiers ya aportan alrededor del 34% del PIB mundial y se espera que en 2050 generen cerca del 40%. Si fuesen un país, serían la tercera potencia económica del mundo.
Su peso como consumidores es aún mayor: concentran casi la mitad del gasto global en bienes y servicios, liderando sectores como salud, vivienda, alimentación, transporte o tecnología. Lejos de los estereotipos, también son usuarios activos de innovación digital y protagonistas de nuevos modelos de consumo, desde el turismo senior hasta las apps de salud.
Pero su contribución no se limita al consumo. Cada vez más fiftiers siguen trabajando más allá de la edad tradicional de jubilación. En países como Japón, uno de cada cuatro mayores de 65 años continúa en activo, y en Estados Unidos el 41% de los trabajadores prevé hacerlo después de esa edad. La experiencia, la estabilidad y la capacidad de mentoría de los profesionales maduros se han convertido en un activo clave en sectores como la tecnología, la salud, la educación o la industria. Empresas con equipos intergeneracionales ya muestran mayor productividad y menor rotación.
Además, crece el emprendimiento senior. Estudios recientes demuestran que los negocios creados por mayores de 50 tienen más probabilidades de éxito que los fundados por jóvenes. No es casualidad: la experiencia, las redes de contactos y la visión estratégica marcan la diferencia.
Sin embargo, persisten desafíos. El edadismo aún excluye a muchos profesionales mayores, y la actualización constante de habilidades —especialmente digitales— sigue siendo imprescindible. Adaptar las políticas públicas, las empresas y la cultura laboral a una fuerza de trabajo longeva es una necesidad urgente.
Lejos de ser un lastre, los mayores de 50 son el verdadero motor de la economía plateada. Reconocer su papel, integrarlos plenamente en el empleo y darles oportunidades de consumo e innovación no es solo justicia generacional: es la estrategia más inteligente para asegurar el crecimiento económico del siglo XXI.
Descubre más desde FIFTIERS
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.